Eko, con leche es único
En la posguerra y más acá, el café era un producto como de lujo, y era substituido por sucedáneos como cebada o la achicoria. En muchas ocasiones la taa de café era realmente una taza de humeante infusión de cebada. Dentro de los sesenta áun existian quien tomaba cebada por café.
En 1950 aparece en nuestro país este producto fabricado a base de cereales tostados que se podía disolver en la leche. Un excelente preparado para los desayunos y para tomar como sucedáneo del café. Era fabricado por la S. A. de Industrias Alimenticias (SAIDA) en Molins del Rey a base de achicoria, centeno y cebada. Ya entonces se anunciaba como un producto natural y orientado a los niños..
Las instrucciones de preparación eran bien simples, como aparecía en el envase de cartón muy de la época:
échese en la taza una cucharadita colmada
de Eko, añádase azúcar y mézclese.
Viertase leche calietne o fría,
hasta llenar la taza.
En los años 60 EKO pasa a ser distribuido por Massanes y Grau (donde se formó el creador del Chupa Chups, Enric bernat). Por cierto ¿te suena el queso MG? pues también eran ellos sus fabricantes. Finalmente en 1971, la empresa es absorbida por Netslé (interesada en la rma de los lácteos de esa empresa) y EKO pasa a ser comercializado por esta multinacional, que ya tenía un hueco enorme en el comercio de alimentos en nuestro país, con los cafés instantáneos (liofilizado), congelados y otros.
Desde entonces este producto ha estado entre nosotros y se mantiene pese a la competencia de los cacaos solubles. Incluso se va modernizando y actualmente añade el inevitable apelativo de nuestra época: ecológico, o sea, Ekológico, para resaltar su fabricación a base de productos ecológicos. O sea, vuelven a los orígenes: cambian productos naturales por productos ecológicos. Da que pensar.